sábado, 17 de mayo de 2008

¿Qué pasa con el campo?

Hoy por hoy, el tema que preocupa principalmente a los argentinos es el duelo gobierno-campo. En este enfrentamiento, la sociedad nos obliga a tomar posición hacia uno de los dos bandos, tiene que ser blanco o negro. Seguramente, terminamos tomando una decisión apresurada, y sin terminar de analizar la gran cantidad de factores que deberíamos tener en cuenta para poder hacer un buen análisis de la situación. Aunque la naturaleza del problema nos obliga a entrar en terrenos muy complejos para hacer un análisis minucioso, aquí trataremos de sintetizar algunos de los puntos que no se pueden dejar de tener en cuenta. Vale aclarar que el orden en que se citen tiene más que ver con la memoria que con la importancia de unos sobre otros.

Hoy en día, grandes extensiones de tierra alrededor de toda la Argentina se encuentran cubiertas de soja, una planta leguminosa que es capaz de resistir mejor a condiciones adversas gracias a modificaciones genéticas que se le realizan a las semillas. La soja, le quita al suelo ciertos nutrientes, y el monocultivo de este producto lleva a que el suelo se degrade y pierda esos nutrientes, por lo que se deben recurrir a fertilizantes, que también tienen su impacto negativo sobre el suelo. Además, no se debe olvidar que no solamente no se rotan los cultivos, sino que no se deja descansar la tierra, por lo que se compacta.

De estas tierras, la mayoría se encuentran en manos de grandes productores, que son propietarios de una gran extensión, y que además alquilan otros campos. Obviamente, el negocio para ellos es redondito, disponen de tierras para sembrar, tanto buenas como malas, obtienen los medios necesarios para el cultivo a precios bajos por consumirlos en grandes cantidades, y exportan a precios internacionales sus cosechas. Al pequeño productor, al que los medios necesarios para un buen rendimiento le cuestan muy caros, ya que los utilizan en pequeñas cantidades, y corren un alto riesgo al sembrar, le conviene alquilarles sus campos a los grandes productores, ya que de esta forma su rentabilidad es mayor.

La poca rotación de cultivos se da, como todo sabemos, porque hoy en día es más rentable producir soja, ya que existe una gran demanda internacional, que hace que el precio incremente. Conviene más comprar fertilizantes ante la baja rentabilidad de la rotación de cultivos. Seguramente, esto va a terminar costando caro cuando veamos que los fértiles suelos de nuestra Argentina se vean, y sean, áridos desiertos, siempre y cuando esto siga así.

Pero… ¿cuál es el papel del gobierno? Bueno, el gobierno viene incrementando las retenciones a los productos del campo desde hace unos años, y con este último salto, pasan a ser ilegales, ya que al superar el valor del 33% se pueden considerar confiscaciones. Las retenciones, para el que no lo escuchó en estos días, son un impuesto que se le aplica a las exportaciones, en el cual, el valor que se le asigna en porcentaje, supongamos de un 20%, significaría que el gobierno se queda con un 20% del valor de las exportaciones que se realizan. Ahora, no solo las han hecho llegar casi al 50% para la soja, sino que pasarían a ser móviles, lo que implicaría que el porcentaje variará con el precio internacional del producto, reduciendo considerablemente las ganancias del productor.

Ahora bien, ¿para qué sirven las retenciones? Bueno, generalmente, las retenciones son utilizadas para que a los productores les convenga vender sus productos en el mercado interno. Veamos un ejemplo: Supongamos que un productor (sea agropecuario, petrolero o de cualquier índole) puede vender sus productos en el mercado interno a un precio de $200, y por el tipo de cambio y el alza sorpresiva de las cotizaciones puede venderlos en el mercado internacional a $250, el productor decidirá venderlo en el mercado internacional. Entonces, el gobierno, coloca retenciones por un valor de 21%, por lo que al venderlo en el mercado internacional, lo que le queda al productor es $197,50 y le convendrá comercializarlo en el mercado interno. Entonces, dentro del país los productos no sufrirían un aumento de precio hasta el equiparable al internacional, sino que se mantendrían. Esto es aplicable a productos que tienen un alto consumo en el mercado interno, como puede ser el petróleo, ciertos metales, y muchos productos agropecuarios. Pero la soja no se puede incluir dentro de ellos, ya que menos de una décima parte de lo que se produce es consumido en Argentina ¿entonces? Entonces, podemos suponer que lo realizan para detener la producción de soja, que degrada el suelo, o para animar la rotación de cultivos. Pero tampoco es la forma, ya que aumentaron las retenciones estando la soja sembrada, lo que implica que no por no ser rentable no se va a sembrar, ya que ya está sembrada, y además el campo tiene suficiente importancia sobre la economía de nuestro país como para merecer un diálogo sobre estas cuestiones, y no una decisión totalmente unilateral. Y lo que respecta a la rotación de cultivos, vemos que tampoco es el objetivo ya que también aumentaron las retenciones a otros productos, como al trigo. Además, tampoco se puede decir que es para incentivar la ganadería, ya que le pusieron trabas a la exportación de ganado también.

Y ¿quién se perjudica en toda esta cuestión? Se perjudica el país, el pueblo en general, ya que se divide, se empobrece, se perjudica el futuro, ya que se degrada el suelo, se perjudican los pequeños productores, que además de enfrentar los bajos precios de los grandes productores deben enfrentar las altas tasas de impuestos, en fin, nos perjudicamos todos, ya que somos el país, el futuro, y el campo.

2 comentarios:

evita-cepasa dijo...

te paso la dirección de nuestro espacio politico.

www.evita-cepasa.blogspot.com

www.cepasa.org.ar


saludos
chimi di battista

Anónimo dijo...

no existen pendejos gorilas. son las misma porqueria que todos los gobernantes que destruyeron el pais con los gobiernos antidemocraticos y despues con el neoliberalismo. con las cenizas de ustedes y del tuerto de gorosito construiremos un pais mejor para los niños. gorilas